Juego de palabras

Mirando  fijamente ese semáforo en rojo.

Rojo era el vestido el día en que me fije en vos.

Vos sí que sabes de qué están hechas las palabras.

Palabras clavadas en una piedra de mármol.

Mármol  blanco de la pica de lavar.

Lavar es sacar lo sucio de donde se ha incrustado.

Incrustado estaba el liquen en aquel árbol.

Árbol  del bien y del mal del que no se debía comer su fruto.

Fruto es lo que tenemos que dar con las manos llenas.

Llenas tenía los bolsillos de canicas de cristal.

Cristal se llamaba el perro de compañía.

Compañía se necesita para compartir.

Compartir la vida con alguien.

Alguien llama a la puerta.

Puerta.

Dámaris Llaudis

SIN MÁS

Estoy desnuda ante ti

sin más que mis pendientes

expuesta a tu excusa

a toda crítica

a que me tires la primera piedra.

Dámaris Llaudis

Papuchi como te echo de menos

Quiero quedarme contigo

quiero quedarme con todo lo que me enseñaste

con ese amor incondicional

con tus sonrisas y cuentos

con tus cuadros de paisajes insólitos

con todo lo bueno

con tus juguetes y tus juegos.

Quiero recordarte tal como eras

con tu sencillez

con tus preguntas

con tu cara de asombro

tus silencios y abrazos

con tus bendiciones

con tus cartas, con todo lo eras

con tu honradez

con tus palabras y nervios.

Cuando me decías ¿porqué te vas hija?

quédate un poco más,

es muy tarde para coger el coche,

él te tiene siempre, quédate esta noche con nosotros.

Dámaris LLaudis

Hoy, al encontrarme la hoja vacía sin fecha y sin firma

supe que no estabas

y comencé a desdibujar tu cara con tu goma de borrar

rompiendo cada hoja de tu libro

dejando escapar la mariposa de la caja de cristal.

Dámaris LLaudis

Me deshago

Me derrito

ese calor que invade, que no deja respirar

Ola de aire que llega

Sabana fría

Palpito

Desnudez

Caricias y besos

Cuerpos enlazados

Respiraciones profundas

Placer desmedido

Suavidad en tu cuerpo

Movimiento que se estremece

Miradas perdidas

Silencio

Música

Días

Tiempo que pasa

Muerte y pérdida.

Dámaris Llaudis

D

La luna no me seca.

Al borde de un precipicio estaba el pájaro,

Sus alas ahora mojadas por la lluvia, se escurrían

¿Qué será de mí? Decía.

Tengo frío y aquí donde estoy la luna no me seca.

Si me quedo me congelaré, y si no, en un descuido caeré,

me dejaré caer a ver si con el aire mis alas  se secan

o caeré al vacío con la única suerte de la muerte.

Dámaris Llaudis

Por si acaso

y sólo por si acaso

te diré

que si pudiera decirte

lo que me digo

cuando tu silencio dice,

no te lo diría.

Y si pudiera hablarte

directamente a los ojos

y teñirlos de luz ,por un momento,

no lo haría …

Correría las cortinas hasta el iris

que te lee,

Cubriría mis ojos de ausencia,

de oscuridad o  de ceguera.

Si pudiera decirte

No te lo diría …

Nadie va ni siquiera a rozar

tu círculo perfecto.

El libro permanecerá cerrado

                                                 y yo fuera del círculo.

¿Qué me trae la noche?

Esta noche la luna me ha despertado

no dejaba de darme su luz

no podía dormir estaba inquita

me  he propuesto no pensar mucho para no sufrir

empezar de nuevo con la mente en blanco

no obsesionarme por nada ni por nadie

caminar más despacio hacia un libro vacío

lleno de oportunidades

escribir lentamente sin apresurarme

e ir pintando con colores de la naturaleza

bailar encima del libro

y despeinarme delante de una tormenta

soltarme hasta caer en el vacío

escuchar la música que nos trae cada día.

Dámaris  Llaudis